Pinot Noir: La uva más elegante del mundo
Si hacemos un breve repaso por la historia, vemos que esta variedad es cultivada y vinificada desde el año 100 d.C. en el territorio que luego ocuparía el próspero Ducado de Borgoña, en el Este de Francia. Pinot Noir y Borgoña son nombres inseparables; y referencia directa del uno para con el otro.
Sin embargo, durante mucho tiempo fue cuestionada por simple prejuicio: se había instalado la idea de que un tinto debía ser -para considerarse de calidad o alto rango- corpulento, denso en su colorido, con gran intensidad aromática. Lo contrario era considerado -por simple prejuicio- un vino deslucido, poco atrayente, sin carácter. Afortunadamente, aquel concepto desapareció para siempre con la entrada en escena de los tintos de Pinot Noir.
Con piel u hollejo delgado y frágil, baja carga de taninos, fina sucrosidad y acidez acentuada, este tinto asombroso gusta de los climas fríos, pues los resiste muy bien aún cuando debido a su brotación temprana la perjudiquen las (traicioneras) heladas primaverales.
La familia Pinot Noir en Rutini Wines
Los cuatro altos exponentes de la variedad de Borgoña (que Bodega Rutini elabora en el paraje Gualtallary a 1.050 metros sobre el nivel del mar) son :
Encuentro Brut Nature Pinot Noir
Al servirlo en la copa flauta, regala su cristalino tono salmón, con burbujas finísimas y muy pequeñas, notas aromáticas florales y a fruta confitada, con una sutil evocación al pan de brioche. En boca, descubre una exquisita cremosidad que envuelve las papilas gustativas y tapiza suavemente el paladar, con un final persistente y delicado. Su original estilo permite acompañar perfectamente una comida completa, del aperitivo al postre.
Rubí pálido y translúcido. Dueño de una variada paleta de aromas, reúne flores, especias, tonos ahumados y de tierra húmeda.
Al entrar en boca, su elegancia presenta alguna ligera astringencia. Fluido, ágil y fresco, finaliza en un retrogusto medio, perezoso y algo seco. Hará muy buena compañía tanto a un Salteado de hongos frescos y secos como a una Terrina de hígado de ave.
Cuando cae en la copa surgen brillantes matices rojo claro. Este gran clásico argentino de la variedad de Borgoña entrega complejidad y finura por partes iguales: allí están los cálidos precursores aromáticos “del bosque”, ligeros aromas a fruta en compota que se entremezclan con tostados livianos.
Con un ingreso en paladar muy consistente, se despliega con amplitud, y el final de boca deja una sensación táctil prolongada de fina sequedad.
Aves, pescados como el atún claro y rojo y la trucha tendrán un acuerdo ideal con el Pinot. También armonizarán muy bien los quesos Brie y Camembert o una sopa de hongos con portobellos, champiñones y girgolas.
Rutini Antología LXI (61)
Cristalino y límpido, su colorido deslumbra. Así es este tinto notable elaborado con racimos del viñedo El Cepillo, al que se prodigó una crianza minuciosa en roble francés (50% nuevo, sin tostar; 50% en barricas de 2º y 3er. uso) durante 14 meses. La elegancia aromática es sorprendente: dejos florales, ahumados etéreos, sutileza frutal. Apenas ingresa en la boca se muestra dócil, suave y delicado. Algunas de las mejores alianzas de este Pinot excepcional serán con pâtés y terrinas de campo, hojaldre de atún y risotto de hongos y trufa negra.