Un Cepaje Noble
Cabernet Franc
Una de las uvas distinguidas del viñedo francés vio favorecido su prestigio gracias a una situación fortuita. Fue Armand-Jean du Plessis, cardenal-duque de Richelieu quien le entregó cartas de nobleza a un vino tinto que le sorprendió por sus cualidades, aromas y sabor.
Conocido gourmet de la época, el Cardenal -primer ministro del rey Luis XIII- supo apreciar una copa de Cabernet Franc que le ofrecieron, estando de viaje. En 1631, ordenó trasladar unos barbechos de la cepa para ser replantados en la Abadía de Saint-Nicolas-de-Bourgueil, situada en su propio ducado (Valle del Loire).
Quien cuidaba los viñedos en la abadía era un respetado viticultor (el fraile Bretón), conocido por su extraordinario desempeño en la agronomía del viñedo. Los racimos obtenidos fueron de inigualada calidad. Por ello, desde entonces, en esa región francesa, la variedad es conocida bajo su propio nombre: Bretón. La uva crece mejor en climas más fríos que otras variedades. Constituye una alternativa de cultivo de mayor jerarquía, en condiciones climáticas rigurosas.
La bodega Rutini cuenta hoy con dos exponentes de esta cepa:
- Rutini Cabernet Franc: Granate vivaz con matices rubí, regala acentos de frambuesa y cereza con un toque de regaliz. Equilibrado y redondo, ofrece una delicada frescura.
Maridaje – Carne vacuna grillada, codorniz con uvas, carré de cordero, costillas de cerdo con romero, magret de pato, puchero, conejo a la cazadora, morcillas, pâté de campo, liebre, jabalí.
- Rutini Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc es otra alta expresión de esta cepa singular, con sus tonalidades purpúreas, intensas y brillantes. Es vivaz y aromático, entregando taninos suaves y dulces que finalizan en un persistente retrogusto.
Maridaje – Aves de caza y corral (faisán, perdiz, codorniz), carnes rojas asadas, Lomo Wellington, guisados (goulash con späetzle), Boeuf bourguignon, conejo en salsa de hierbas, bife braseado con zanahorias, escalopes de pollo, osso buco, rosbif al horno.